miércoles, mayo 01, 2013

Mayo, el primero

En el Día del Trabajo, Europa, cuna de la civilización occidental, se ha transformado en un ataúd, tumba, para el trabajador que carece de empleo, del sustento básico para enfrentar la vida junto a su familia. 25 millones de personas carecen de trabajo en el viejo continente. Una cifra aterradora, que aún no pareciera hacer entrar en razón a quienes parecieran disfrutar el decálogo y recetario del neoliberalismo en sus cuatro estaciones.
A esos 25 millones debiéramos sumarle muchos millones  más a lo largo y ancho del planeta, que si volaran taparían una parte del cielo como esas aves migratorias  que buscan hacer verano antes de morir y viajan  miles de kilómetros,  lejos del severo y huraño invierno.
Si sumamos a los trabajadores informales, sostenidos por una esquina de estas calles del mundo, la precariedad no alcanza a despegar, carece de alas y la tierra se hace más oscura.
Qué precariedad en este valle de los caídos y más allá. Pareciera que ha 127 años de la muerte y sacrificio de los mártires de Chicago, el mundo retrocediera  como si se rebobinara una película que ya vimos.
 La frase de Mafalda, hace unas décadas es profética: "Lo peor es que el empeoramiento empieza a empeorar" No puede estar mejor descrito el escenario internacional, por esta Niña de los 60, que quiso compartirnos sus inquietudes,  certeras interrogantes,  lúcidas observaciones de una claridad asombrosa y deslumbrante, cuya actualidad la constatamos en estos tiempos, más de medio siglo después.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y Mafalda!!! que ya es una amiga de todos.