Se compra,
se vende y
revende,
se permuta,
se alquila,
se remata.
Póngale precio,
es una ganga,
puede ser suyo,
acariciarlo,
verlo diariamente
hasta que dure o
compre su
reemplazo
y pueda seguir
amando
un mismo objeto
iluminado
desde otro ángulo
hasta encontrar su
felicidad
y poseerlo una y
otra vez
y no saber que ya
no es suyo,
porque todo tiene
un final,
si el fin concluye.
Rolando Gabrielli©2014
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