La NASA también se divierte en el espacio. No todo es investigación, pruebas, reconocimientos, y todo aquello que realiza ese organismo científico. Lo que sabemos y no. Especulo, nada más. La agencia espacial pone a los astronautas a volar fuera de la tierra. Explota planeta, hace cosas realmente serias. El Principito no la alcanzó a conocer y quizás la hubiera incluido en sus historias o sus historias hubiesen sido muy diferentes. La NASA explora la tierra y el sistema solar, en realidad no duerme, con eso digo todo.
Ahora en una de esas tantas vueltas se ha detenido a divertirse, aparentemente a conformar el abecedario con fotografías de la tierra tomadas desde el espacio.
He seleccionado la r, que está a vuestra vista y también la S. La r fue captada, el 20 de enero del 2015, hace casi un año, y corresponde a la imagen silueteada del Lago Menéndez de Argentina, ubicado en la provincia del Chubut en la Patagonia. El lago tiene una extensión de 55.7 kilómetros cuadrados y si bien pertenece a la cuenca del río Futaleufú, desemboca en el Océano Pacífico, a través del río Yelcho, ubicado en territorio chileno. Cosa de nuestra loca y accidentada geografía, que nace, se extiende, quiebra, surge, aparece y desaparece hasta transformarse en un viaje imaginario, donde son inútiles las palabras.
He seleccionado la r, que está a vuestra vista y también la S. La r fue captada, el 20 de enero del 2015, hace casi un año, y corresponde a la imagen silueteada del Lago Menéndez de Argentina, ubicado en la provincia del Chubut en la Patagonia. El lago tiene una extensión de 55.7 kilómetros cuadrados y si bien pertenece a la cuenca del río Futaleufú, desemboca en el Océano Pacífico, a través del río Yelcho, ubicado en territorio chileno. Cosa de nuestra loca y accidentada geografía, que nace, se extiende, quiebra, surge, aparece y desaparece hasta transformarse en un viaje imaginario, donde son inútiles las palabras.
La letra S fue captada por el satélite Terra el 29 de abril del 2009 y se conforma de unas nubes que se arremolinan sobre el océano Atlántico. No es el clásico algodón que bala como una oveja por el cielo límpido que aún nos queda, sino se presenta como un ojo silencioso del huracán que nunca llega a ser, afortunadamente. Una S que tiene su raíz en el silencio. Es una nube en pleno oleaje interior que muestra su fuerza en el torbellino de la intensidad que pareciera nos quiere decir, pero que un silencio más profundo nos acalla su voz. La nube es la ola que la memoria sorfea como si solo el silencio escuchara.
La nube es el ojo del cielo que se agolpa hacia sí misma en un gesto de permanencia y asombro. Pétalo del aire, silencio de las nubes.
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