lunes, febrero 22, 2016

Una mañana espléndida

Una mañana espléndida,
el ruidoso motor  de una avioneta
despeja el silencio
absoluto de las horas,
bajo el ardiente inmutable sol de verano.
Las hojas caen  al otro extremo del muro,
plácidas descienden en la pasiva elipse
de sus improvisadas alas.
Una mañana espléndida,
voy a cortarme el pelo.
Rolando Gabrielli@2016

1 comentario:

Anónimo dijo...

El jardín presente siempre, acompañando la poda, los renacimientos, la vida misma hecha poesía, resistible gracias a ello...