El cuerpo del delito
viene a mí y me asalta.
Perdona, le digo,
iba a tomar una siesta.
Se desprende
y abandona el lugar del crimen,
sin haber consumado el delito.
Respiro al borde
del sueño total
y mi alma se desprende
para siempre
de mi propia,
desconocida,
realidad.
Rolando Gabrielli©2016
1 comentario:
Qué poema te enviaste!!!!!!!!!!!!!!! es para un día como hoy , altera el ecosistema el poeta jajaja que cabeza lúcida , la reversión de la realidad por una realidad psíquica propia
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