Que viva la muerte,
alguna vez la historia exclamó la misma frase
y clavó picas en la memoria.
Que el luto les consuele,
dirían los perros al ladrar ahora sobre la voz
de los muertos que saben callar pacientemente,
callar bajo el viento de la noche que les guía
y abre la luz de sus estrellas,
a los que aún no han
nacido
y ya vagan para
enfrentar la vida.
Rolando Gabrielli©2016
No hay comentarios.:
Publicar un comentario