Banksy libera la imagen de
su inmediatez, le otorga valor al presente con la visión de la memoria y el
futuro. No se ocupa de la estupidez, un
elemento tan corriente en el mundo digital, viral, banal, que azota el arte y
las galerías del siglo XXI.
El único efímero es él, su
ausencia su desconocido rostro, y sobrepone la identidad de su maestría e imaginación.
A pesar del título provocador o intento de serlo, el gran provocador des Banksy.
Cada cierto tiempo vuelve
en el lugar más inesperado y da en el
blanco con sus imágenes, los llamados grafitis que se han convertido en obras
no solo impactantes, críticas, conmovedoras, sino valiosas monetariamente.
Vuelve 'Banksy. Genius or
vandal?' , Banksy.
¿Genio o vándalo?'), qué título en un
mundo de vándalos y donde la mediocridad ya es un arte.
Presentará 70 obras en Madrid y viene precedido de un éxito rotundo en
San Petersburgo, donde 500 mil rusos admiraron su obra.
No hablemos que es un fenómeno, un
genio o un impostor, sino pongamos atención a la fuerza, actualidad,
sinceridad, genialidad de su obra en un mundo tan vacío.
Veo los muros de Santiago de Chile y me dan ganas de llorar.
Rolando Gabrielli©2011
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