Vuelve Banksy en tiempos de pandemia, y su frase de batalla, a la que apela para su nueva presentación en días de encierro, cuarentena, es de una cotidianidad tan frecuente, que no existe el asombro: Mi esposa odia cuando trabajo en casa. No debe ser la única, en tiempos de teletrabajo, telepandemia, telepatía y antipatía, telecrisis y telencierro para cerrar el circulo vicioso del enunciado.
El grafitero inglès siempre ha sido aficionado al empleo de ratas en sus cuadros, una manera de ver el mundo, insinuarlo, describirlo, retratarlo en el escenario crìtico del sistema
Ahora, constreñido a un espacio interior, su casa, deja que las ratas acróbatas de la anarquía desordenen su baño privado en señal de protesta, donde el lìmite es el caos.
Banksy no necesita publicidad. Aquí recogemos en este blog censurado, solo un par de viñetas del ingenio de un espíritu creativo excepcional y contemporàneo. Un millón de visitas en Instagram y 10 mil comentarios. Esta nota es un grano de arena en el fértil desierto de Banksy. Un guiño para nuestros lectores.
Rolando Gabrielli©2020
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