Las hormigas y yo,
tenemos un pulso
en el fondo del patio.
Perdonen la primera
persona en que hablo,
estoy solo en casa
contra un ejército
muy organizado
que no descansa
día y noche
abriendo hoyos
en el fondo del patio,
construyendo
sus propiedades
bajo tierra,
y no me doy abasto.
La perseverancia
-digo-
es un don,
en ésta y cualquier
época.
Rolando Gabrielli©2020
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