En las alas
desnudas de mis manos,
vuela un
nido sin tocar el viento,
ni las
raíces de los árboles,
viaja al
tiempo del tiempo
y lleva el
sueño de sus alas.
Todo
principio tiene un fin,
una aventura por comenzar
y volver a
empezar
en el ciclo de la vida.
El nido ha
de volar
con su
pajarillo protegido
y solo
entonces habrá cumplido
su objetivo el constructor.
Rolando Gabrielli 2021
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