Puede ser una gran frase,
avalada por Henry Muller,
fue una poetisa callejera, dijo,
y hubiese querido recitar sus versos
a una multitud.
Algo así,
escribió en una biografía,
in memorian Marilyn Monroe,
ese frágil icono evanescente
que deslumbró las luces de Hollywood.
Nadie sabe aún, ni sabrá tal vez,
a quien quiso hacer una última llamada,
y que ocurrió con esta hermosa niña,
como le llamó Truman Capote,
cuando aún era Marilyn Monroe,
y soñó un día, según el poeta,
sacerdote Ernesto Cardenal,
que estaba desnuda en una iglesia.
Rolando Gabrielli 2021
2 comentarios:
Que revolución mediática hubiese causado este bombón hoy en día.. La mas grande de todas!
La iglesia el lugar donde quedamos desnudos, que metáfora, ante Dios se caen las vestiduras, solo él conoce la intimidad. Santo Tomás lo aplaude
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