Zurita no me lee,
Manuel Silva no me lee,
Óscar Hahn no me lee.
(Van tres Premios Nacionales
vivos)
Pepe Cuevas no me lee
(Es un aspirante serio
al Premio Nacional)
Un par de poetas deben estar
en la lista de las nominadas
en la antesala del deseo diría Freud.
No me leen, ni me conocen.
La caldera viene pujando desde abajo
con su propio hervor y gas,
la aguja da vueltas, gira enloquecida,
no parará hasta dar en el blanco
o explotar sin dejar huella,
más que el ruido, sonar de palabras
huecas, desconfiadas, muertas.
Oliver Welden,
no aspiró a ningún galardón,
ni volvió a su Chile natal.
Para mi cumpleaños, traducía
al inglés, unos breves poemas
que encontraba en mi blog.
Lihn, Teillier y Millán,
todos merecieron el Premio Nacional
y sé que me leyeron.
Parra leía con desesperación,
devoción y picardía a Neruda.
Los poetas hoy no se leen,
se miran de reojo,
yo los plagio a todos.
Por ahí deben andar algunos poemas
huérfanos de lectores desconocidos,
autores noveles, recién aparecidos,
malditos iluminados escribiéndoles
aún a las estrellas,
esperando alguna iluminación
del cielo o del infierno.
Rolando Gabrielli 2022
3 comentarios:
Los autores cuidan su nido, no se meten en nidos ajenos, pero al fin la esperanza de algún lector en busca de su escritor.
Está bueno, no alcanza a ser reclamo, sino denuncia a la academia...
Blanco y negro, cepia apelan a un otro tiempo.....
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