Este idiota que es el hombre, a veces escribe un buen poema. Humberto Eco
Las situaciones límites ponen a prueba la condición humana en toda su dimensión, inclusive en aquella desconocida que termina por reivindicarlo frente a la especie, cuando asoma en él su magnífica actitud y expresión solidaria. Estos dos años han mostrado las dos y múltiples caras de una situación extrema y del propio hombre que ha sobrevivido o culminado de manera súbita sus pasos en el mundo terrenal.
Hemos visto abrir tumbas, sembrar miles de cadáveres en extensas tierras anónimas, salir de la morgue a los muertos sentarse en las veredas de ciudades colapsadas, encontrar cuerpos de ancianos bajo el olvido en decenas de albergues, millones esperando la muerte en una UCIS (Unidad de Cuidados Incentivos) atravesar el silencio como símbolo de la derrota de estos tiempos distópicos.
La pandemia lo ha sido, es, una situación inusual para lo que no se estaba preparado para enfrentarla y se han tenido que crear sobre la marcha medidas de urgencia, emergencia, para enfrentarla de la mejor manera posible y los resultados están a la vista, aunque el virus sigue su curso y no se tiene una respuesta definitiva cuando se le eliminará o si será posible hacerlo.
En el trasfondo de este escenario difícil de encasillar, está el comportamiento humano, que es lo que hace la diferencia después de todo y nos permite enfrentar, salir adelante en cualquier situación que nos comprometa individual o colectivamente.
Sin ir más lejos de lo que estamos viendo, el comportamiento de los estados, empresas, personas ante este panorama que ha tenido un comienzo y no pareciera tener fin, siempre estará el hombre y su actitud, solidaridad, conciencia social, compromiso, fortaleza espiritual, conocimiento, ética. Pueden haber muchas explicaciones, situaciones, razones, justificaciones para aceptar cualquier comportamiento, pero el hombre no puede soslayar su condición humana. No debiera disponer del Otro en un insectario o disecarlo en un museo para la posteridad.
1 comentario:
Y dónde está el piloto...pienso en el escrito que hay unas ideas ejes, la pandemia modifico la organización social y las conductas , pero aquí el yo deber ir hacia un tu y por ende hacía un nosotros. La idea de vigilancia se reemplazo por la idea de cuidado de si y de otros, la sociología habla en estos tiempos, el bicho depende de cómo organicemos nuestras conductas, y ese paradigma que Morin nombraba como tejido y complejidad social se pone a jugar desde el primer día. Muy importante seguir apelando a tomar conciencia de la Ética y del Bien común que en circunstancias extraordinarias deben estar por encima del interés individual.
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