La tecnología pareciera
ser una estrella inagotable del éxito de la humanidad y su principal habitante,
el hombre. Una esperanza inagotable por los beneficios que produce y arrojará.
Si debiéramos identificar la varita mágica de todas las virtudes, es esta herramienta,
que algunos creen que es una nueva
religión que lo curará todo. La medicina
del siglo XXI y del futuro humano. Al menos, diría alguien no tan optimista, de
lo que queda. No es el tema, así que no nos excedamos y digámoselo al escritor.
Continuemos, hablemos de este Mantra que atrapa a científicos, grandes
corporaciones, empresarios, jóvenes brillantes emprendedores, artistas de la ilusión,
del mundo digital, del entretenimiento per se, inocentes multitudes, hombres y
mujeres solitarias, tribus nómades
digitales sin noches ni días, solo el infinito en la red, y todos los que han caído en todas partes bajo el embrujo de
todo un instrumental de novedades virtuales sin límites.
Es un escenario de
múltiples cabezas que viaja en un gran caleidoscopio global, una montaña
rusa, ciega, con un gran ojo, tal vez, que la vigila en la oscuridad del
mediodía y mueve sus piezas como un
rompecabezas a punto de estallar, pero no, busca su acomodo y sigue la apuesta.
En este azar, cualquier cosa puede suceder, tantas tentaciones para todas las
edades, una lamparita de Aladino para cada usuario. Y en esta vorágine de
imágenes y verbos, palabras, palabras, cualquier hoja se la lleva el viento y
la trampa está a la vuelta de la esquina, tentación, tentación. Los ejemplos
abundan, se podría escribir libros como Las mil y una Noches de nunca acabar.
La realidad insuperable por parte de la ficción que se esmera en crear su
propia realidad. Hay un verso para cada metaverso y así hasta el infinito de
esta aventura sin par. Los grandes
héroes se quedarían atónitos de tanta fantasía ridícula y disfrutada por los propios monos animados que leen estas historias.
La realidad se resiste y
todavía no vive su capítulo más excelso
de la inteligencia artificial, ese monstruo que afila sus engranajes, tuercas,
aceita cada una de sus piezas y prepara su propia agenda. A remar remeros,
vamos saliendo de África para altamar, los mercaderes esperan y nuestra
mercancía va rumbo a sus puertos. Así los siglos, bajo los fuegos de la
historia. Tiempo devastado por el propio tiempo y la eternidad inmutable. Pasajeros,
pasajeros, y nos damos tanta importancia. Solo un cable en la gran conexión del
cosmos y la naturaleza. Pendemos de nuestro propio hilo y de una gran esperanza,
pero se puede cortar.
Hay momentos para la trascendencia, el presente,
el futuro, la memoria, lo desconocido. El entretenimiento y la estupidez tienen
su propio trono. No es una frase original, ni mucho menos. No estamos para
filosofía, ni visiones mágicas. Solo la realidad, nada más. Los eventos
sociales ocupan titulares, y no es sorprendernos, entonces.
La banalidad es un almirante en esta nave y esta breve historia ocurre en el Reino de la Gran Bretaña. La anécdota es curiosa, superficial, loca como ocurren tantas cosas en este gusano de cien pies, millones, diría. Es una suerte de corolario de lo insólita que resulta la realidad, sin estar en competencia con la ficción. Neil Parish, un diputado conservador británico, un curioso de la red de redes, como millones de usuarios en el mundo, nos cuenta la nota periodística, que buscaba tractores en Internet, pero no detalla si era agricultor, promovía políticas agrícolas, estaba interesado en el campo o le apasionaba la tecnología, algo que está revolucionando el mundo, como da cuenta este artículo. Neil ha dimitido, según él, porque buscaba tractores, aunque fue sorprendido viendo pornografía. No sabemos si en la antigua Sodoma y Gomorra, era una rama de las ciencias agrícolas y esta investigación formaba parte más bien de un aprendizaje, que de una curiosidad oculta. Neil dijo que el error estuvo en equivocarse de páginas y sobre todo, que retornó por segunda vez al mismo sitio. Y fue algo deliberado, reconoció. Por lo tanto, según la prensa inglesa, abandonó el Parlamento, mientras que tres ministros y dos diputados opositores, están siendo investigado por el mismo tema. Por supuesto, no se refirieron a los tractores y a ninguna otra tecnología. Se habla de acoso sexual, voyerismo o agresiones sexuales. La lista contabiliza 56 casos. Neil, se descontroló, según su propia confesión. Rolando Gabrielli 2022
1 comentario:
....lo nuevo siempre es en construcciòn con la època y sus significantes del lenguaje, quièn mejor que vos para comprender estos tiempos...
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