Lees el poema,
no te dice nada,
pero pareciera que
todo
está escrito,
cada palabra es
la que es
y es posible
que el poema
te esté
observando,
de pies a cabeza
y no encuentre
la explicación que
tú
buscas de él.
Qué enigma son las
palabras,
cuando en un
puñado
de vocales y
consonantes,
nos dicen tantas y
ninguna
de las cosas que
aparentemente
no logramos ver.
Da vuelta las
palabras,
sugiero yo,
como un aduanero
registra
la mercancía que
necesita
certificar y
aprobar
su entrada al país.
Tú, a tus sentidos,
le abrirás una
gran puerta
y verás esa
espléndida ciudad
de vivos y muertos.
La Tierra baldía,
pudiera ser otra
cosa,
tiene como todo
verdadero poema,
algo más detrás de
las palabras,
ese gran coro de
voces
que habla por
todos nosotros.
Los poemas más simples,
no lo son ni a simple
vista.
1 comentario:
Gracias por los poemas.
Siempre dirá cosas un poema, guardará un misterio, una verdad a medias, aquellos otros mundos necesarios de transitar.
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