Migran, migran,
no son pobres aves,
pero parecen pajaritos
en las carreteras, mares,
selvas, rutas sin nombre,
ríos, desiertos, fronteras.
Los cielos los ven pasar
con sus mochilas hambrientas
de futuro, por caminos
que nadie sabe hacia dónde van.
Sus cuerpos, ojos, pies,
llenos de geografías,
atravesados por el azar,
dejan su piel por un sueño
del que no van a despertar.
Rolando Gabrielli2023
1 comentario:
Què triste los Migrantes, los niños y niñas, eso sì que es un problema de lesa humanidad.
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