El cuerpo
se puede volver cenizas y no estar,
dejar de
ser la presencia viva de lo que fue,
pero yo no
diría que ese polvo al escurrirse
ante
nuestros ojos y en su última voluntad
fluir con toda su belleza y esperanza
de seguir
siendo libre, y ya despojado
de sus
limitaciones, unirse al viento
y nunca más dejar de ser.
Rolando Gabrielli2023
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