Las
manecillas del reloj siguen su curso
inexorablemente,
el tiempo
no se detiene
y medirlo
es solo una convención
¿Cuántas
veces me he detenido a ver
como se
mueven esas manecillas
y el tiempo
no va contra reloj?
Más bien
mantiene su curso,
imperturbable
como si no existiera
nada más
importante que su paso
ante
nuestros ojos
desde el
primer día de nuestro nacimiento
hasta que las manecillas giran una
y otra vez
sin que nosotros nos detengamos
a mirar la
hora en el reloj.
Rolando Gabrielli2023
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