A las
afueras de una iglesia estuve con mi padre.
en una
calle empedrada alrededor de una fuente de agua,
había un
gran silencio esa noche y él fumaba,
yo era un
adolescente y ya no vivía en mi casa.
La noche
estaba de duelo y recuerdo que no encajaba
en un día
triste donde me sentía ausente a pesar
que mi tío,
el muerto, cuando niños nos contaba
unos
cuentos fabulosos que inventaba
para
hacernos dormir y soñar con aventuras
extraordinarias.
En silencio
asistíamos a un funeral de su hermano,
mi padre
fumaba y miraba hacia ninguna parte,
aun
recuerdo ese tiempo conmovedor,
estaba
absolutamente solo y la vieja iglesia
era como
una referencia a ese momento
que no
expresaba más que el recuerdo
del hermano
al cual ya no volvería a ver
y con quien
compartió la infancia y mucho más.
La iglesia
persiste con la historia de la ciudad,
los hombres
pasan definitivamente caminando
frente a
sus puertas o se reúnen para orar
por los que
ya no están.
Rolando Gabrielli2023
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Fotografía de César Gabrielli, Iglesia San Francisco, Santiago de Chile
1 comentario:
Què poema sentido! si, ese hijo, ese Padre, ese tìo, fumando ...bien de una masculinidad que se traga el humo, se traga las emociones de ciertas pèrdidas, y si....queda una Iglesia, un lugar donde parecieran alojarse en unidad los muertos del mundo.
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