El Guasón
ha llegado a Ciudad Gótica,
su amplia
sonrisa y carcajadas
resuenan en
los confines del sur,
de un mundo
que no sale de su asombro,
la locura
va a comenzar y todo pareciera
estar dispuesto
como en la última cena,
esta vez para
una gran tormenta en alta mar,
ese
naufragio que presiden las olas
y los malos
tiempos buscan la manera de capear.-
La entretención
puede durar el compás de un vals,
la tormenta,
la borrasca, la tempestad que se avecina,
no es un
simple chaparrón, un pequeño paso
al abismo,
al más allá, sino un viaje sin retorno
a una
ilusión de prosperidad.
Rolando Gabrielli2023
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