ALMODÓVAR HA VUELTO A HABLAR CON VOLVER
Hace 7 años rechazó una propuesta para realizar Brokeback Mountain
De estreno nuevamente Pedro Almodóvar con su película manchega, femenina, de recuerdos de su primera infancia y de lo que llama la España blanca, sin la tortura de la muerte acosadora. Y aún así, el director vuelve con Volver, en España y con Penélope Cruz, Carmen Maura, a plantarse y plantearse el cine que él conoce y disfruta, el retrato de su niñez, la vida en el desprendimiento de cada día, la naturalidad de los pasos perdidos en esos viejos ayeres recobrados en la imaginación del celuloide. No hay una sola escena de sexo, declara, fuera de las tetas de Penélope ”que es un regalo de la naturaleza del que todos tenemos derecho a disfrutar”. Es una historia de personajes femeninos, ha sostenido, rodada en el antiguo pueblo manchego de sus primeros ocho años de vida, donde fue criado por mujeres. Está la España solidaria, vital, chismosa de la vida y de la muerte, pero vital, no reducida al epitafio, al recuerdo inmortal de sus muertos, el negro porvenir de su futuro. No a la España de las lamentaciones, esa que arrastra cadáveres, rencores, huesos de fosas comunes inmunes al tiempo, a la dicha y desdicha, la maldita de todo lo que ve y toca.
Almodóvar dice arrancarle notas a la vida, el lado claro del velo negro de España. En una entrevista a los diarios españoles El País y El Mundo, revela que su pasión por el cine sigue intacta y que su vida no tendría sentido si no existiera el cine. Cine y vida mezclados, reafirma, como dos caras de una misma moneda. Ha vuelto para renovar sus principios, la mirada Almodóvar al pasado, y no es hacia la muerte, que respeta, al menos, dice, y aún no tolera del todo bien, aunque el ciclo es inevitable. La muerte es tan real que se hace presente cuantas veces sea necesario y repite su imagen. Es una cinta para quitar los fantasmas de la vida, ha dicho, como le ha ocurrido con La mala educación.
Ahora profundiza sobre la maternidad, idealiza a las mujeres que en verdad le formaron, el círculo materno, familiar, vecinal, la Mancha sobre la tinta aún fresca del pasado. Y es enfático y gráfico para describir los momentos retratados en su filme: “Penélope Cruz, con ese culo lleno de energía que le hemos incorporado y esos grandes pechos que dan mucha confianza, porque de ellos nos alimentamos y porque nos dan la ilusión de firmeza, de poderío y de instinto de supervivencia. Volver es una película sobre la maternidad”. También se habla de una reconciliación entre madre e hija que han tenido sus diferencias.
Con dos Oscares, 4 César, espera que el público no se fije en esas premiaciones, y de paso dijo, Hollywood sigue siendo conservador. El exitoso y reconocido Almodóvar, reveló asimismo que él fue la primera opción para dirigir Brokeback Mountain. Sorprende que ello ocurrió hace siete años, un tiempo largo para que llegara a cristalizar. Una película que sí quería hacer en inglés era un western con personajes gays, incluyendo indios y todo, situado en la segunda fiebre del oro, reveló Almodóvar. Escribí un primer borrador de la adaptación de una novela y llamé a Larry McMurtry y a Diana Ossana, los mismos que han producido ahora Brokeback, pero la propuesta les escandalizó. Por eso, cuando McMurtry y Ossana tuvieron terminado el guión sobre el relato de E. Annie Proulx –“una obra maestra absoluta”, dice Almodóvar–, pensaron antes que nadie en el autor de La ley del deseo. “Me lo pensé mil veces –señaló–, había días que pensaba en la última escena, cuando visita a los padres y encuentra la camisa, y estuve a punto de hacer la película sólo por esa escena”. Finalmente, dijo no a la propuesta. Algo de lo que no se arrepiente. “Creo que Ang Lee ha resuelto la película del mejor modo posible, mostrando hasta el límite de lo que le han permitido y concentrándose en la esencia de la historia, que es el dolor de dos personas a las que no les permiten amarse... pero mi versión hubiera sido totalmente distinta”. El arte el compromiso con el dinero es malo, dijo, y de pronto sintió que en aquel nido de víboras no podría conservar su independencia, refiriéndose a Hollywood. Ha vuelto con Volver para hablar sin pelos en la lengua. No los necesita. La Cinemateca de París le dedicará entre el 5 de abril y julio, una espectacular retrospectiva de su vida y obra. Comentó una opinión de Godard sobre el cine, se refirió a Los 400 Golpes de Truffaut, y después del reciente estreno el pasado 17 de Volver en España, piensa en su muestra y dos libretos para nuevas películas. “El de Godard es un cine de cinéfilos, y comprendo que el mío también lo es, porque hay referencias constantes a películas, pero no con la presencia abrumadora de Godard. Comparto con esa frase el hecho de que todo el cine que he visto forma parte de mi propia experiencia, y hablo de las películas como si fueran parte de mi vida, y muchas veces los personajes para hablar de sí mismos mencionan una película. Pero no son siempre tributos, sino una parte de la narración... así que entiendo bien lo que dice Godard, aunque se cumple en él sólo a medias”
Rolando Gabrielli©2006
Hace 7 años rechazó una propuesta para realizar Brokeback Mountain
De estreno nuevamente Pedro Almodóvar con su película manchega, femenina, de recuerdos de su primera infancia y de lo que llama la España blanca, sin la tortura de la muerte acosadora. Y aún así, el director vuelve con Volver, en España y con Penélope Cruz, Carmen Maura, a plantarse y plantearse el cine que él conoce y disfruta, el retrato de su niñez, la vida en el desprendimiento de cada día, la naturalidad de los pasos perdidos en esos viejos ayeres recobrados en la imaginación del celuloide. No hay una sola escena de sexo, declara, fuera de las tetas de Penélope ”que es un regalo de la naturaleza del que todos tenemos derecho a disfrutar”. Es una historia de personajes femeninos, ha sostenido, rodada en el antiguo pueblo manchego de sus primeros ocho años de vida, donde fue criado por mujeres. Está la España solidaria, vital, chismosa de la vida y de la muerte, pero vital, no reducida al epitafio, al recuerdo inmortal de sus muertos, el negro porvenir de su futuro. No a la España de las lamentaciones, esa que arrastra cadáveres, rencores, huesos de fosas comunes inmunes al tiempo, a la dicha y desdicha, la maldita de todo lo que ve y toca.
Almodóvar dice arrancarle notas a la vida, el lado claro del velo negro de España. En una entrevista a los diarios españoles El País y El Mundo, revela que su pasión por el cine sigue intacta y que su vida no tendría sentido si no existiera el cine. Cine y vida mezclados, reafirma, como dos caras de una misma moneda. Ha vuelto para renovar sus principios, la mirada Almodóvar al pasado, y no es hacia la muerte, que respeta, al menos, dice, y aún no tolera del todo bien, aunque el ciclo es inevitable. La muerte es tan real que se hace presente cuantas veces sea necesario y repite su imagen. Es una cinta para quitar los fantasmas de la vida, ha dicho, como le ha ocurrido con La mala educación.
Ahora profundiza sobre la maternidad, idealiza a las mujeres que en verdad le formaron, el círculo materno, familiar, vecinal, la Mancha sobre la tinta aún fresca del pasado. Y es enfático y gráfico para describir los momentos retratados en su filme: “Penélope Cruz, con ese culo lleno de energía que le hemos incorporado y esos grandes pechos que dan mucha confianza, porque de ellos nos alimentamos y porque nos dan la ilusión de firmeza, de poderío y de instinto de supervivencia. Volver es una película sobre la maternidad”. También se habla de una reconciliación entre madre e hija que han tenido sus diferencias.
Con dos Oscares, 4 César, espera que el público no se fije en esas premiaciones, y de paso dijo, Hollywood sigue siendo conservador. El exitoso y reconocido Almodóvar, reveló asimismo que él fue la primera opción para dirigir Brokeback Mountain. Sorprende que ello ocurrió hace siete años, un tiempo largo para que llegara a cristalizar. Una película que sí quería hacer en inglés era un western con personajes gays, incluyendo indios y todo, situado en la segunda fiebre del oro, reveló Almodóvar. Escribí un primer borrador de la adaptación de una novela y llamé a Larry McMurtry y a Diana Ossana, los mismos que han producido ahora Brokeback, pero la propuesta les escandalizó. Por eso, cuando McMurtry y Ossana tuvieron terminado el guión sobre el relato de E. Annie Proulx –“una obra maestra absoluta”, dice Almodóvar–, pensaron antes que nadie en el autor de La ley del deseo. “Me lo pensé mil veces –señaló–, había días que pensaba en la última escena, cuando visita a los padres y encuentra la camisa, y estuve a punto de hacer la película sólo por esa escena”. Finalmente, dijo no a la propuesta. Algo de lo que no se arrepiente. “Creo que Ang Lee ha resuelto la película del mejor modo posible, mostrando hasta el límite de lo que le han permitido y concentrándose en la esencia de la historia, que es el dolor de dos personas a las que no les permiten amarse... pero mi versión hubiera sido totalmente distinta”. El arte el compromiso con el dinero es malo, dijo, y de pronto sintió que en aquel nido de víboras no podría conservar su independencia, refiriéndose a Hollywood. Ha vuelto con Volver para hablar sin pelos en la lengua. No los necesita. La Cinemateca de París le dedicará entre el 5 de abril y julio, una espectacular retrospectiva de su vida y obra. Comentó una opinión de Godard sobre el cine, se refirió a Los 400 Golpes de Truffaut, y después del reciente estreno el pasado 17 de Volver en España, piensa en su muestra y dos libretos para nuevas películas. “El de Godard es un cine de cinéfilos, y comprendo que el mío también lo es, porque hay referencias constantes a películas, pero no con la presencia abrumadora de Godard. Comparto con esa frase el hecho de que todo el cine que he visto forma parte de mi propia experiencia, y hablo de las películas como si fueran parte de mi vida, y muchas veces los personajes para hablar de sí mismos mencionan una película. Pero no son siempre tributos, sino una parte de la narración... así que entiendo bien lo que dice Godard, aunque se cumple en él sólo a medias”
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