La singularidad de Frida Kahlo, no sólo expresada por su vital posición frente a la vida, es disputada ahora artísticamente por los europeos, que reconocen influencias sobre su obra, de pintores y artistas del viejo continente. F.K. asciende al cielo sin alas como un Icono, no sólo con el dolor de su cuerpo torturado por un accidente, sino con su realismo fantástico relacionado no sólo a famosos pintores europeos, sino a movimientos absolutamente vanguardistas como el Dadaísmo, Expresionismo y Surrealismo. Hace algunos años y con mayor intensidad en un pasado reciente, se transformó en un Idolo, fetiche, producto del mercado de Estados Unidos.
Su vida trágica, amor apasionado por Diego Rivera, lucha política, su indudable sello y protagonismo personal, durante largo tiempo ocuparon la atención de la crítica superflua, por sobre la artista y su pintura. Todo en ella casi fue secundario, supeditado a su famoso esposo, fue una sombra de Diego y estigmatizada por su militancia izquierdista, como tantos otros artistas de su tiempo. Hubo mucho ruido social alrededor de Frida en su tiempo, pero ella no dejó de explorarse así misma frente al lienzo y ante la vida,, siempre el compromiso, la vitalidad de ser y vivir, sus enormes ganas, toda su voluntad puesta también en México. A pesar de la famosa frase de Andre Bretón, padre del surrealismo, que dijo que Frida era una surrealista caída del cielo, sus pies estuvieron en México y recibió la influencia de lo primitivo y popular de la su tierra azteca. Frida siempre iba por más Frida, desde la perspectiva de la vida y del dolor, su cuerpo atravesado por el acero, sus vísceras armadas en el rompecabezas de lo que el trágico azar le imponía, dejaba disfrutar y permitía que contara hasta el último de sus días. Frida fue más, sí, fue la Kahlo, para empezar, ella misma, el eje de su propio centro, donde articuló como pudo lo que le dejó su corta e intensa vida para empezar e intentar una y otra vez. En sus lienzos está toda su humanidad.
Ha vuelto a Europa con 36 de sus cuadros. Los críticos comentan de sus influencias europeas: Giorgio Chirico, George Groz, René Magritte y Max Ernst. Realismo fantástico, elementos indígenas, vinculados con la vanguardia europea de su tiempo, dadaísmo, expresionismo, surrealismo, tal vez no se encuentre en tanta conceptualización a la verdadera Frida, que vive en su quemante tela.
Rolando Gabrielli©2006
1 comentario:
Rolando dja decirte que la mayoria de nostras lleva un FRIDA KAHLO por dentro.
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