Publicidad, Diseño y Palabras
(La mesa del verbo)
Pareciera que todo está dicho en publicidad y en el reino de la palabra ¿Nada más nuevo que lo ya dicho o nada es nuevo mientras no se diga? Lo cierto es la búsqueda de un concepto que no favorezca lo publicitario y menos comercial, aunque estamos ante un producto y un cliente, sinónimos de negocio. Las ideas van cayendo en aparente tierra movediza, piso de clavos o en un vidrio que refleja su dimensión oculta, el juego de la combinación y su carga silenciosa. Respiran aisladamente, buscan un curso, circulan, se transforman en boomerang. Cuatro o cinco opinando, o seis, al mismo tiempo, cruzando palabras ya cruzadas, removiendo el verbo, soplando la lámpara y los signos tropiezan, se ignoran, retroceden, tienen desconfianza, como es natural y en primer rumor, se descomponen en frases inconexas, inaceptables para unos y otros, las palabras ríen, se saben libres.
Algunos conceptos tienen un ego formidable, se erigen monumentales, célebres, inamovibles, frases puentes, y esconden hasta la respiración que les va subiendo la sangre al tope, con tal de ser Top british, y silenciosos como un coágulo mortal intentan imponerse sobre el papel, allí en primera fila.
Hay frases que se saben populares, se disparan, surgen espontáneas, frescas, pero las delata el cliché, su obviedad, fueron dichas, no sorprenden, ni iluminan, no dicen nada nuevo bajo el sol definitivamente. Es un viaje de ida y vuelta, las palabras están sobre la mesa, se miran, confrontan, reprueban, comparten un mismo camino incierto, la (a)ventura de lo desconocido, un paso inaugural. Son las personas las que empujan las palabras, de pronto ellas parecieran comprender y no se presionan entre sí, un aire para respirar, dicen, el espacio sin fricciones, pequeño reino del silencio, un mudo carga la sombra rota de lo desconocido y aún así persiste la blanca luna del diamante.
La mesa tambalea de hipnosis verbal. Los egos en pugna, verbitos exitosos, acomodaticios, muy verbales, todos ocupan su lugar, parecieran conocer su poder seductor, el potencial de sus mañas para hacer sentir su presencia inevitable. La Publicidad no tiene derecho de autor...
, Continúa....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario