Uno puede llegar a creer que las anécdotas y relatos divertidos se encuentran escritos en un Blog de los millones que circulan los ingeniosos Internautas. O que algún reportero audaz le roba la historia al azar o a la propia circunspecta realidad. Hay, confieso, reporteros iluminados que tejen el hilo negro, invisible de sus historias, con filamentos apenas tocados por los sueños y que son absolutamente reales o simplemente fantásticos.
La verdad hoy en día se pasa por un cedazo o colador donde se filtra, depura y retoca a conveniencia. Los grandes medios se ajustan los cinturones y ya están volando con las nuevas tecnologías. Realizan grandes transformaciones basadas en la revolución digital y en el cambio de hábitos de jóvenes y adultos. Esto es cada día, pero de pronto anuncian una revolución nueva basada en el gran espectáculo. La competencia es casi la ruina de la imaginación ante estos vertiginosos desafíos del mercado. Ajustes continuos, disputa por el centímetro cuadrado de publicidad o el lector digital, banal, superficial, celular.
Son millones los bloguistas que comparten su mundo cotidiano, cultural, noticioso y de la frivolidad con la mesa redonda global de Internet y a la vez “compiten” como redactores-lectores con los medios de prensa, no sólo difundiendo sus gustos, modos de vida, sino que distribuyendo y ocupando su tiempo a su manera y placer. El tiempo lector, consumo, atención es el más codiciado por el mercado. Es ahí donde trabaja la infinita variedad de oferta de los promotores del mercado de un estilo de vida que corresponda al consumo masivo de aparatitos, administradores del tiempo ocio y real de sus clientes, destinatarios o público consumidor. El objetivo es que las personas se enchufen a uno o dos aparatitos, vayan a sus casas y sigan enchufados.
Es la revolución en la Red y en casa, pasar pegado a algo, menos a un libro. En el mundo global, los libros flotan y descargar música, películas, videos, son los nuevos rumbos, tendencias, para muchos jóvenes. Todo lo que entra por la vista instantánea y el oído. Los Medios se llenan de terror, vanidad, mucho maquillaje noticioso, prominencia en lo insólito, el desgaste de lo superfluo, la esquizofrenia del asesinato y crimen inconcluso, ese eterno folletín del morbo latente.
Siempre existe la posibilidad del Otro periodismo, un ejercicio entre la verdad y la imaginación. Un experimentado periodista contó en una oportunidad que la historia no estaba en entrevistar a Frank Sinatra durante unas de sus gloriosas presentaciones en Nueva York, sino en conversar con quien preparaba sus peluquines en la utilitería. Ahí estaba el transfondo humado y el otro rostro del personaje, ya muy conocido y cuyas entrevistas daban la vuelta del mundo. Las tecnologías son el nuevo maquillaje de la realidad, pero el peluquín tiene mucho que enseñarnos aún.
Siempre existe la posibilidad del Otro periodismo, un ejercicio entre la verdad y la imaginación. Un experimentado periodista contó en una oportunidad que la historia no estaba en entrevistar a Frank Sinatra durante unas de sus gloriosas presentaciones en Nueva York, sino en conversar con quien preparaba sus peluquines en la utilitería. Ahí estaba el transfondo humado y el otro rostro del personaje, ya muy conocido y cuyas entrevistas daban la vuelta del mundo. Las tecnologías son el nuevo maquillaje de la realidad, pero el peluquín tiene mucho que enseñarnos aún.
Para informar se requiere conocimiento, independencia, creatividad y honestidad. La calidad de la información nos responde si estas condiciones previas para realizar una nota, forman parte del texto. Los blogs aún son pequeñas ventanas rústicas, a veces rutinarias, íntimas, aunque independientes, no tienen la fuerza de los grandes consorcios. Alternativas, herramientas de comunicación, entretenimiento, diversión, pero las grandes pautas sociales vienen con patente registrada a través de la TV, los Medios escritos tradicionales y el potente marketing empresarial de productos y marcas.
En el mundo editorial ocurre otro tanto. También existe la marginalidad y el olvido. El libro huérfano, sin escaparate ni prensa. La concentración editorial es cada día más potente y el libro de culto, químicamente puro, más ausente. La sociedad digital, global, banal, impone sus pautas.
Esta nota, la presiden gráficamente dos lectoras en la Feria de Francfort y la Belleza que mira el arte, aprecia la vida, respira, viaja, lee y que está atenta al mundo de la cultura y literatura. El mosaico fotográfico muestra a 14 escritores conocidos del mundo, en la antesala del Premio Nobel de Literatura, el acontecomiento más importante cada año para el mundo del libro. Forman parte del azar, porque la Academia Sueca, selecciona entre 200 0 300 que se presentan anualmente, a unos 20.
En unas horas la Academia Sueca hará detonar la dinamita del Nobel. Son diversos los pronósticos, como cada año y los enigmáticos académicos sonríen ante un mar de ansiedad y especulaciones. El lauro es prestigioso y pone en la geografía literaria mundial al escritor y a su país, en la atención de los Medios.
El italiano Claudio Magris, el poeta australiano Les Murray, los novelistas estadounidenses, Joyce Carol Oates y Philip Roth, el poeta sueco Thomas Transtromer, el sirio libanés Adonis, la poetisa francesa Maryse Condé, el peruano Mario Vargas Llosa y el mexicano Carlos Fuentes, Milan Kundera, Amos Oz, Hugo Claus, Antonio Tabucchi, figuran en este cuadro de rostros posibles. Pero también podría llegar a la meta Haruki Murakami y alguien que se saque de la manga la Academia Sueca.
El italiano Claudio Magris, el poeta australiano Les Murray, los novelistas estadounidenses, Joyce Carol Oates y Philip Roth, el poeta sueco Thomas Transtromer, el sirio libanés Adonis, la poetisa francesa Maryse Condé, el peruano Mario Vargas Llosa y el mexicano Carlos Fuentes, Milan Kundera, Amos Oz, Hugo Claus, Antonio Tabucchi, figuran en este cuadro de rostros posibles. Pero también podría llegar a la meta Haruki Murakami y alguien que se saque de la manga la Academia Sueca.
Este jueves, Horace Engdahl, secretario vitalicio de la Academia, anunciará el humo blanco en Estocolmo y a quien habrá inmortalizado en el campo de la literatura.
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