Chile y algunos países latinoamericanos, conmemorarán el 2010, doscientos años de Independencia de España, el Bicentenario. Se inaugurarán grandes proyectos arquitectónicos y realizarán actos de distinta naturaleza de recordatorio de la fecha. Fiestas, declaraciones, promesas y la memoria se instalará en el futuro. El idioma castellano, la lengua heredada de España, tras la larga y sangrienta conquista, tendrá su propia celebración: el V Congreso Internacional de la Lengua Española, que se realizará en Valparaíso, Chile, del 2 al 6 de marzo del 2010, bajo el lema: América en la lengua española.
Raúl Ruiz, el legendario cineasta chileno, exiliado en Francia desde 1974, presentará en pleno desierto chileno el espectáculo teatral: La invención de América. Es como la presentación de las Edades de Chile, con sus personajes, no sólo locales, sino chinos, incas y españoles.
Ruíz, quien se inició en Chile con sus emblemática película: Tres Tristes Tigres, es una buceador del inconsciente colectivo chileno, latinoamericano, del hombre y la mujer en sus distintos pisos psicológicos, y es allí donde entran los sueños reales de este poeta del clarooscuro.
En el escenario estarán permanentemente los personajes originarios de Chile, sus habitantes, pero los que ingresan, no los verán. La escenografía está compuesta por elemntos como carabelas, micros y trenes.
La Poesía chilena, que cuenta con un itinerario histórico de Norte a Sur, no sólo debiera estar presente en el marco del V Congreso Internacional de la Lengua española con los homenajes a Nicanor Parra y Gonzalo Rojas y las ediciones millonarias de la obra de Neruda y la Mistral. Chile debiera editar una antología, como hemos comentado en una nota anterior: Chile 200 Años: Poetas de dos siglos.
Sería un verdadero reconocimiento al Arte en que los chilenos se han distinguido de manera notable durante el siglo XX, especialmente y en lo que va del XXI. La Palabra de Chile está en sus poetas.
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