Aquí estoy, Chile
ave de rapiña
arrancándome los ojos
en tu primavera,
sin altares, ni discursos,
mi retórica es la asfixia,
calles con sus rabiosos hígados,
coágulo de mi memoria
en el rojo atardecer
y todo es nuevo, Chile,
la muerte de una estrella
que en otro cuerpo brilla.
Ah, extranjero
el que nació en esta tierra,
el tiempo cuela un aire irrespirable,
amarillo despertar del sol,
atravieso estas horas,
que todo lo ignoran,
las calles que amanecen
bajo mis pies
y son mi aprendizaje.
Rolando Gabrielli©2008
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