miércoles, mayo 13, 2009

Machu Picchu literario en Chile





"Mire a su alrededor: ruinas sobre ruinas; una clase política en ruinas, con candidatos a la presidencia en ruinas, una literatura en ruinas, sin ambición, demolida, y la excepción de Zambra no alcanza a remediarlo, la peor de Latinoamérica, un arte en ruinas, una sociabilidad en ruinas", afirmó a La Tercera. Y dijo en Boston, durante la presentaciòn de un libro: "Lo que Bolaño escribe es a lo más una novela menor, con todos los convencionalismos del género, y las escrituras en el cielo son algo absolutamente inédito".
"La verdad es que no sé cómo puede Zurita hacer ese catastro de toda la literatura latinoamericana y situar a Chile como la peor", dice Gonzalo Contreras. "¿Incluye a la poesía, y la de toda su generación? Pienso en el muy activo Parra, en Hahn, Maquieira y otros. Y si es así, ¿Incluye la suya? Paradójicamente, Bolaño, con quien ironiza, es el autor latinoamericano más aclamado en Europa y EEUU hoy. Es difícil saber hoy no en qué piensa Zurita, sino cómo piensa", afirma.
Sergio Gómez, escritor y editor del sello Norma, cree que la opinión de Zurita es alharaca y tremendista, pero respetable. "Para mí no puede estar en ruina si crecen los lectores de literatura, si en Chile vendemos más literatura que autoayuda, si nos llenamos de originales en las editoriales, o si los ojos de Latinoamérica están puestos en lo que está pasando en Chile", dice. Sin embargo, cree que "vamos a arruinarnos si consideramos la sensiblería siútica con algún valor literario. A eso súmale la corte de adoradores de ese canon chileno, los exquisitos, los 'sesoculturistas' de siempre, allí está lo ruin y que nos llevará a la ruina".
Mientras Germán Marín asegura que "Zurita me importa un comino", Roberto Ampuero se declara fan: "Cualquiera tiene una mala tarde y lanza su frasecita visceral. Le voy a pedir que me firme La vida nueva cuando vaya a Chile", dice. Gonzalo Garcés, en cambio, cuestiona su visión "circense" de la literatura. "Si uno, como Zurita, entiende que las innovaciones literarias pasan por un lector que tuerce el cuello en un ángulo de 60 grados en vez de un lector que lo tuerce en un ángulo de 45 o mantiene el cuello derecho, seguramente una novela como Estrella distante le parecerá convencional. A otros, claro, Bolaño les ha cambiado la vida, mientras que Zurita les resulta apenas un nombre del montón".
Hasta Rafael Gumucio abordó el tema en su columna de El Mercurio: "Ver en la literatura chilena, como en la sociedad o la política, sólo ruinas es justamente hacer gala de lo que una y otra vez nos ha arruinado como cultura. Ser un profeta de la nada es una muestra viviente de esa flojera intelectual que es la marca de fábrica de la inteligentzia nacional".
El contraataque de Raúl Zurita



"Raúl Zurita abrió fuego. La literatura chilena está "en ruinas, es la peor del continente", dijo a La Tercera.
Germán Marín, Gonzalo Contreras, Sergio Gómez y Rafael Gumucio rechazaron sus tiros. Ahora, el poeta remata: "¿No es cómica esta respuesta? No somos los peores de Latinoamérica. ¿Los antepenúltimos entonces? Me temo que el solo hecho de responder indica que las cosas no van del todo bien: ministros de economía que escriben como si fueran novelistas y novelistas que escriben como ministros de economía", dice.
"Hoy los referentes en narrativa -Coetzee, Roth- están más claros que en poesía, y me cuesta pensar en un escritor de verdad que teclee una línea sin el entusiasmo de ser igual o mejor que ellos. Y ya que les gusta tanto pontificar con Bolaño, bueno, esa es precisamente la diferencia que él tenía con ustedes. Al verlos tan airados me fue inevitable recordar una frase de Baudelaire: "tontos como un pintor".
En algo tenìamos que ser los mejores. ¿Zurita lo descubriò.? Estàbamos siempre en el casi. Esta vez el poeta laureado dio en la fama. ¿Què habràn dicho las bostonianas y los bostonianos en medio de esa bella y gèlida ciudad? Todos los discursos terminan en una pequeño gran basurero, hecho a su medida. A veces los escritores concluyen jineteando su propia yegua del fracaso. Zurita, Premio Nacional de Literatura, el poeta de Lagos le llamaron sus detractores, sì, del expresidente economista y abogado. Los que no estamos en contacto directo con la literatura chilena y Chile, sòlo vemos el paraìso virtual, y no respiramos su maravilloso smog, ni los aires de estas aireadas polèmicas propias de la Belle Epoque, creìamos que Zurita se habìa suicidado o estaba recluido, despuès de algunas declaraciones que èl hiciera acerca de su mala salud, casi en estado terminal. Nos sorprendimos que estuviera viajando por el mundo con el estandarte de la poesìa chilena. Èl, a lo mejor, dirà, alguien tiene que alzar esta mierda en algùn lugar.
En Chile hay màs poetas vivos y muchos màs muertos, interesantes. No los voy a mencionar por falta de tiempo. Pero en el ninguneo, somos los primeros. Roberto Bolaño no es autor de una sola novela, ni de un sòlo libro, ni necesitò de compadres para estar donde està. Referirnos a Bolaño es como escribir un abecedario al revès.
Lo complicado para un escritor chileno es mirarse el ombligo en un paìs tan largo, rocoso y desmebrado. En cualquier momento el ombligo aparece por el ojo, la espalda, una rodilla o en el pecho como un hueco profundo convertido en sal o arena del desierto.
A propòsito de este comentario, el semanario "Die Zeit" acaba de publicar una conferencia del escritor austrìaco Thomas Bernhard, sobre Arthur Rimbaud, donde dijo que a los auténticos poetas sólo se les brinda reconocimiento después de que han muerto en la miseria y el desamparo y recuerda los casos -además del de Rimbaud- de Georg Trakl y Friedrich Hölderlin.
Estas afirmaciones corresponden a una conferencia que dio en Austria el dia del centenerario de Rimbaud y cuyo texto estaba perdido. Bernhard, maldice el mundillo cultural que, según él, honraba a los burócratas de la cultura, pero no a los verdaderos escritores. La vida de Rimbaud, escribió, es "tan violenta, tan abismal y sin embargo tan religiosa como la vida de un santo". siempre ha sido combatida por aquellos que no le rinden honor a la verdad y que sus poemas no son para contemplarlos sino para vivirlos.
"Allí está todo lo que le falta a los contemporáneos: belleza y reverencia, en el sentido màs profundo de la palabra"
Asedio sin sombrero
No hay mejor estado
que el Estado de Sitio
para un poeta.
Sitiarse,
sentarse
y no hacer nada.
Asediado,
hastiado,
angustiado.
Yo pasè n veces
por Estado con Hùerfanos,
una combinaciòn poetfecta
de mi estado de orfandad,
un futuro asegurado
vislumbrado
en el sitio
del futuro estado.
Rolando Gabrielli©2009

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