Toca la corneta el aire
de las duras noches toca
a fondo la espera loca,
los monjes bajan por el camino
de las palabras oscuras
con sus peces rojos
muerden el anzuelo.
Se dispara el ojo del cazador,
la presa cae aferrada
a un mundo de dos patas.
Un último movimiento
para la foto.
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