Waving Flag
(Tema de la canción que la FIFA escogió como Himno Oficial para la Copa del Mundo Sudáfrica 2010, el productor, músico y poeta somalí K´naan)
Cuándo sea mayor, seré mas fuerte
Me llamarán libertad, como una bandera que flamea
Cuándo sea mayor, seré más fuerte
Me llamarán libertad, como una bandera que flamea
Y después vuelve, y después vuelve
Y después vuelve, y después vuelve, oh.
Nació para el trono más fuerte que Roma
Un violento pie, ímpetu, pobre gente
Cuando sea grande las calles tomaremos
Pero fuera de la oscuridad,
vengo de un lugar remoto
Soy un duro sobreviviente
Aprender de estas calles, puede ser duro.
No se aceptan derrotas, imposible rendirse
Entonces nosotros luchamos, peleando por comer y
Nos preguntamos cuando seremos libres.
Entonces pacientemente por los días esperados
No están tan lejos, entonces por ahora decimos
Cuando sea mayor, seré mas fuerte.
Me llamarán libertad, como una bandera que flamea
Y después vuelve, y después vuelve,
Y después vuelve, y después vuelve, oh.
Tantas guerras, traspasando las reglas
Trayéndonos promesas, dejándonos pobres.
Los escuché decir el amor es la manera
Pero mira como nos tratan, nos hacen creyentes
Peleamos sus batallas, entonces ellos nos engañan
Tratan de controlarnos, no nos podrán retener
Porque nos movemos como soldados
Entonces nosotros luchamos, peleando por
Comer y
Nos preguntamos cuándo seremos libres
Entonces pacientemente por los días esperados
No están tan lejos, entonces por ahora decimos
Ohhh, ohhh, ohhh, ohhh,
Y todos estarán cantando
Ohhh, ohhh, ohhh, ohhh,
Y todos estarán cantando
Ohhh, ohhh, ohhh, ohhh.
Cuando sea mayor, seré más fuerte
Me llamarán libertad, como una bandera que flamea
Como una bandera que flamea, como una bandera
que flamea
bandera, bandera,
Como una bandera que flamea.
Panamà no está en el Mundial de Fútbol de SudÁfrica 2010, pero la guerra de las banderas es notoria en las oficinas y en los automóviles. El Panameño juega a ganador, así que tres son las banderas preferidas para este mundial: Brasil, en primer lugar, luego Argentina y España. si Estados Unidos tuviera un equipo demoledor, la bandera de las barras y estrellas, sería el emblema oficial. Yo salí a buscar mi bandera de la estrella solitaria, y no había en el mercado. Chile no se cotiza en la bolsa del mundial y su bandera, que como todas se confeccionan en China, no estaba en el mercado. Mi hija Gabriela me consiguió una hecha a mano en tela a cuatro dòlares, porque el comercio informal sobrevive de estos eventos mágicos y de coyunturas especiales. Les decía que era la bandera de Chile y de Bielsa, pero nada.
La gente está metida en el mundial, como si viviera en Petroria o Johannesburgo. En las pizzerìas italianas, restaurantes, los pubs, oficinas, se reúnen los jóvenes a ver a sus favoritos en los plasmas que reflejan con mayor nitidez y detalle las jugadas, esos detalles que nadie quiere perder del mundial. El fútbol es una religión en Argentina y Brasil, una pasión difícil de medir con cualquier termómetro. Son cientos de millones que tienen puestos sus ojos en Sud Àfrica, se mueven miles de millones de dólares, hay países enteros que se paralizan como un semáforo en luz roja, la fuerza del fútbol supera todas las fronteras, culturas, etnias, religiones y los Messi, Ronaldo, Kaka, Xavi, Iniesta, Julio Cèsar, Maicon, Robben, Rooney, Ribery, Sánchez, son estrellas del firmamento del deporte rey, y seguramente hay más y surgirán nuevos nombres qaue tendrá que registrar la historia de este deporte.
Un mes, el mundo baja el telón de alguna de sus calamidades, las maquilla más bien, y se rinde en cierta manera al magno espectáculo. El fútbol y su industria ya están en marcha.
SurÁfrica, el contienente africano, por primera en su historia realiza un mundial de fútbol. El pais del appartheid, de ese gigante de la libertad y de la dignidad humana que es Nelson Mandela, donde se humilló la condición humana ante los ojos de una impasible humanidad, cuyos poderes fácticos no movieron un músculo para terminar con esa pesadilla. País de diamantes y oro, de una larga y oscura historia colonizadora. Más del 70 por ciento de su población es negra, 11 son los idiomas oficiales del país, su habitantes mayoritariamente son cristianos, pero hay musulmanes. Son sólo algunos datos, SudÁfrica es mucho más que este sueño del mundial.
La pelota es redonda, dice un dicho popular, y cualquiera puede ser campeón. Sin duda que hay favoritos, como en todo torneo: Brasil, España, Holanda, Argentina y se pueden agregar otros tres o cuatro más. Dejèmoslo al azar, que se desarrolle la agenda del mundial, que la gente vibre con sus camisetas, porque recién se están calentando los motores de los pies del fútbol.
Un mes, el mundo baja el telón de alguna de sus calamidades, las maquilla más bien, y se rinde en cierta manera al magno espectáculo. El fútbol y su industria ya están en marcha.
SurÁfrica, el contienente africano, por primera en su historia realiza un mundial de fútbol. El pais del appartheid, de ese gigante de la libertad y de la dignidad humana que es Nelson Mandela, donde se humilló la condición humana ante los ojos de una impasible humanidad, cuyos poderes fácticos no movieron un músculo para terminar con esa pesadilla. País de diamantes y oro, de una larga y oscura historia colonizadora. Más del 70 por ciento de su población es negra, 11 son los idiomas oficiales del país, su habitantes mayoritariamente son cristianos, pero hay musulmanes. Son sólo algunos datos, SudÁfrica es mucho más que este sueño del mundial.
La pelota es redonda, dice un dicho popular, y cualquiera puede ser campeón. Sin duda que hay favoritos, como en todo torneo: Brasil, España, Holanda, Argentina y se pueden agregar otros tres o cuatro más. Dejèmoslo al azar, que se desarrolle la agenda del mundial, que la gente vibre con sus camisetas, porque recién se están calentando los motores de los pies del fútbol.
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