jueves, enero 20, 2011

Día day dos/desde el Sótano kafkiano

¿Dónde estàn mis lectores, preguntò la página? Se parte de cero y se nombra lo desconocido. El pájaro cucú canta para nosotros. Es lo nuevo en un mundo cargado de acontecimientos inverosìmiles, pero reales. Desde un Sótano se le puede tocar la oreja a un Lobo, pero no hablarle al oìdo. Si supièramos quien carga las palabras, no estarìamos leyendo en dos ciudades distintas un mismo poema. Me estoy perdiendo el cambio de semáforos y la publicidad de los neones que brillan para ojos incautos. No se puede encender una misma luz dos veces donde no hay oscuridad. Anoche soñé que estaba en el Sótano levitando en un mar de letras y un cuervo me leìa las malas noticias. De alguna manera alcancé a llamarle Edgard Allan, como si le importara que le hubiese reconocido por el brillo de su ala izquierda. La mirada siguiò siendo cuerva, nunca dudè de ese gesto. Cuando supe que estaba  algo distraído, le dije a modo de zuzurro, màs para mì que para él: cuervo bostonianoNo todos los cuervos dicen nunca màs. De ninguna manera iremos màs  lejos que el cristal que me devuelve tu pasado y vuela por la noche cuerva de alas cuervas. Oscura, oscura es la noche.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante, un diàlogo con el cuervo de Edgar Allan Poe, intertextualidad, la presencia de la noche, lo oscuro, la luz, los contrastes, la metàfora del sòtano como posibilitador, como espacio desde donde pensar, producir, escribir, dialogar, condiciòn para un escritor...el silencio y las palabras. y lo onìrco , casi una condiciòn de la realidad como dices "inverosimil"