Eso sería todo
Te estoy haciendo un destino aquí mismo.
Lo estoy dibujando en las alas de un pájaro.
Lo estoy pintando en la pared de mi cuarto.
Ahora el pájaro vuela con furia,
ahora lanza su grito de guerra
y se dispara contra la pared.
Sus plumas están flotando en el espacio.
Sus plumas mojándose en su sangre.
Coge una y te escribe este poema.
Lo estoy dibujando en las alas de un pájaro.
Lo estoy pintando en la pared de mi cuarto.
Ahora el pájaro vuela con furia,
ahora lanza su grito de guerra
y se dispara contra la pared.
Sus plumas están flotando en el espacio.
Sus plumas mojándose en su sangre.
Coge una y te escribe este poema.
Óscar Hahn
Y la campana del Premio Nacional de Literatura chileno sonó alta y clara: Óscar Hahn. Un prestigio para la poesía chilena, latinoamericana y de habla castellana. Un premio esperado y merecido. Autor con un oficio de medio siglo y premios tardíos, pero con lenguaje y estilo propio. Hahn, un iquiqueño nacionalizado norteamericano, viejo profesor de castellano, poeta a tiempo completo de la cantera del Siglo de oro español y de algunos vientos dorados de la poesìa chilena, sonetista de lujo, amor y muerte en el poema, la nada y la vida, lo que el lenguaje pone a volar en el cuarto oscuro de la palabra. (Los ùltimos dos premios nacionales de literatura son nacionalizados norteamericanos: Isabel Allende y Hahn)
Hanh es un poeta de los sentidos, escribe con tiza, con alas de pàjaro, con manos mancas, pero hay màs realidad de lo que la realidad se imagina, y tambièn un tiempo fantàstico para su palabra y el poema. ¿Le ha robado poemas el poeta a la vida?
El poeta es un sobreviviente a su propia parca, materia de poesìa, de viaje, experiencia vital, casi mortal. Una maestra insuperable, veamos:
La muerte es una buena maestra
Oscar Hahn
El Cervantes porque la poesìa de Hahn se desenvuelve dentro de la mayor riqueza del idiomna español, con resurcos de sus clàsicos y chilenismos, mezclados y potenciados de la mejor manera, renovando el lenguaje. ¿Le faltaba este impulso, la bendiciòn del Premio Nacional para ser tomado encuenta? Probablemente, aunque las veleidades de los premios solo la conocen los jurados e intereses editoriales y polìticos. ¿Los poetas son pasajeros del Titanic?, al menos el verso de Hahn asì lo señala y pareciera confirmar. ¿Hay un destino de naufragio casi nerudiano?
Hanh es un poeta de los sentidos, escribe con tiza, con alas de pàjaro, con manos mancas, pero hay màs realidad de lo que la realidad se imagina, y tambièn un tiempo fantàstico para su palabra y el poema. ¿Le ha robado poemas el poeta a la vida?
El poeta es un sobreviviente a su propia parca, materia de poesìa, de viaje, experiencia vital, casi mortal. Una maestra insuperable, veamos:
La muerte es una buena maestra
Oscar Hahn
Se prestigia el Premio Nacional con Hahn, la poesìa chilena vuelve a la cima por mèritos propios y Hahn se ha puesto en lìnea para dos de los premios hispanos mayores, el Reina Sofìa y el Cervantes, al que le adeudan a Ernesto Cardenal.Levántate y anda al hospital me dijo la voz
Soy el fantasma anterior a tu nacimiento
Aún no es tiempo para el otro fantasmaTu muerte te afectaría profundamente
Jamás podrías recuperarte de tu muerteMe pusieron en una camilla y me metieron al quirófano
Al otro lado se ve el infinito qué miedoTengo un hoyo en el alma
por el cual se me escapa el cuerpoEl médico me abrió la arteria que pasa por la ingle
y empecé a delirarAquí en este mar que llaman el inconsciente
hay unas lianas que se te enredan en el cuellolianas azules lianas rojas lianas incoloras
que se te meten por la boca y no te dejan respirarLos otros los que estaban conmigo en el agua frígida
rodeados de pedazos de hielo me dijeron:Somos todos pasajeros del TitanicEl inconsciente es un árbol lleno de pájaros muertos
que se echan a volar cuando uno menos lo esperaEscucho el ruido de serruchos que cortan tablas
de martillos clavando clavosViene del astillero de la muerte y no se oye con los oídosSomos árboles ambulantes en la vía pública
soñando con ser barcos o aspas de molinopero no leña en la hoguera
donde las llamas bailan y se ríen y contorsionancomo si estuvieran en una orgía las muy cochinas
striptiseras del cabaret de la muerteEl médico me abrió la arteria que pasa por la ingleEstuvo mucho rato adentro de mi aorta
sacando la nieve con una palaEl camino hacia el corazón está limpio
y mi sangre empezó a fluirEntraron mi mujer y mis dos hijos pequeños
y me acariciaron las manos llenas de pinchadurasSoy inmortal les dije al menos por ahora
y caí profundamente dormidoDesperté adentro de una pintura del Bosco
entre tubos y alambres conectados a máquinasPero aquí no hubo ni extracción ni piedra ni locura
Solamente un sujeto perfectamente lúcidoSe me acercó un arcángel y me dijo: Soy Tammy
Era más dorada que el sol y estaba atravesada por la luzUn ave vuela de las cenizas de mi corazón
un ave roja que palpita y cantaLa muerte es una buena maestra
cuando te habla al oído y se retiraFestival de la muerte, del amor, desamor, de la vida , es la poesìa de Hahn. ¿La ruina insuperable de su escritura? Todo el mundo sabe que un poeta es la suma de sus palabras y algo màs. No hay ruinas sin carcajadas, ni melancolìa sin espanto. El poeta se sorprende asimismo con la mano en la musa y aùn asì, apropiàndose de lo que no pareciera suyo, asume el soneto con mano mora, para una palabra manca.
Soneto Manco
Mi mano acecha: se repliega ufana Juego de hermanas juego de villanas y salta encima de tu mano: no gritó la madre oliendo el gran secreto vaya a ser que me pille al fin tu hermana mientras cortaba mis dos manos sanas con la mano en la musa digo yo
Porque yo me respeto no me arrancoTu mano ajena me quitó la pena: y aquí estoy escribiendo este soneto la mano de tu hermana me la dio manco
Oscar HahnDesde la rabia de tu hermana buena qué pesada su mano me cayó
El Cervantes porque la poesìa de Hahn se desenvuelve dentro de la mayor riqueza del idiomna español, con resurcos de sus clàsicos y chilenismos, mezclados y potenciados de la mejor manera, renovando el lenguaje. ¿Le faltaba este impulso, la bendiciòn del Premio Nacional para ser tomado encuenta? Probablemente, aunque las veleidades de los premios solo la conocen los jurados e intereses editoriales y polìticos. ¿Los poetas son pasajeros del Titanic?, al menos el verso de Hahn asì lo señala y pareciera confirmar. ¿Hay un destino de naufragio casi nerudiano?
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