Nos separaba un bosque
y miles de millas más,
así se medían las distancias
en su inmenso inabarcable país
que ocupaba la imaginación,
una ciudad que en mí crecía
poblaba la memoria,
con su cuerpo de diosa vagabunda,
excéntrica, loca, maravillosamente altiva,
como esas lámparas que iluminan
su propia sombra incandescente,
aparecía y desaparecía en un instante único.
En ese abrir y cerrar de ojos,
la realidad era el azar cambiante
en una misma copa.
Rolando Gabrielli©2014
2 comentarios:
Las distancias físicas, las distancias imaginarias, todas las distancias son difíciles.
A veces podrían ser un alivio, pero a la hora de querer, siempre terminan doliendo.
Una distancia como meta es alcanzable, una persona a la distancia es otra cosa...
K
Lindo poema...." nos distancia un bosque..." eso me recuerda a Roberts Frost ...." bosques de nieblas, permanece dorado , si es que puedes...."
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