La historia anima a seguir,
son y no son las mismas cosas,
quizás no las horas, ni los días,
ni las manos que las vuelven a contar.
Es febrero la fecha y 2017 el año,
ninguna otra raíz crecerá más cercana al río.
El verano ha traído días cálidos,
espléndidos atardeceres fosforescentes,
bosques de pies oscuros,
sueños en las altas copas.
Nada pasa desapercibido,
el viento mece verdades estremecidas.
Abrimos las ventanas
y el día continúa, nada es repetido,
ni los muros de la memoria,
ni el viejo paisaje de una misma calle.
Hay otros detrás del muro,
alguien diferente en un futuro no lejano,
y abrirá nuevas ventanas,
paisajes inimaginables
a la luz del día
Rolando Gabrielli©2017
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