Tu desatas mis demonios màs tiernos,
rescatas las ruinas de mis palabras,
sin proponértelo cierras
las puertas a las sombras.
Yo que no he ido a ningún lugar
en todo este tiempo,
espero tu tibia mano en el viento
que siempre acompaña al verano.
Las cigarras son todo lo que marzo
puede ser un domingo ignorado
detrás del ronco coro de sus pequeñas voces.
Rolando Gabrielli©2019
No hay comentarios.:
Publicar un comentario