Hay que estar
loco, para estar loco
y aùn asi la
realidad no improvisa
sus aciertos y
desaciertos,
que en
nosotros,
se asemejan asì mismos,
sin
dejar de ser lo que son.
No juegas con
las palabras, ni improvisas
con cada acto
y si bien las màscaras
son un viejo
recurso ancestral,
trucos que en
ocasiones ocultan
rostros
verdaderos como si lo fueran,
llegan a ser
su propia representación.
Somos el teatro de una historia aterradora,
que a la luz de un dìa cualquiera asomò
en un mundo que ya nos parece real.
Rolando Gabrielli©2020
3 comentarios:
Son los pecados capitales que se siguen agregando a los siete existentes...
La hipocresía...
La doble moral...
La mentira...
La poesía es todo...
Tus poemas---- salen de una boca que desea mejores días, mejores tiempos---
nos lo prometimos...
Espero estar ahí, para juntarnos de lejos y ver la luz a la salida de ese túnel...
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