LAS HISTORIAS
FUERA DE LA HISTORIA
ChatGPT y la IA, ¿fantasmas de la Ópera?
Los guionistas de Hollywood han estado
escribiendo su propio libreto durante una huelga que duró 148 días, que se
motivo por aumentos salariales y en especial, por el fantasma de la
inteligencia artificial que amenaza la creatividad, el talento, la principal
herramienta de un escritor. Uno de los acuerdos centrales es que el material
generado por una Inteligencia Artificial
(IA), no tendrá crédito.
Las historias no serán construidas por el
ChatGPT y las empresas no podrán exigir esa modalidad y tampoco por LLM (Large
Lenguage Models). Este ha sido un primer paso en el mundo cinematográfico
norteamericano, pero los actores siguen en huelga, que también rechazan el uso
del ChatGpt, y la inteligencia artificial. La fábrica de sueños pareciera estar
en crisis debido a la competencia de otras formas de entretenimiento a las que
acuden con mayor frecuencia las nuevas generaciones.
El acuerdo es por tres años, la eternidad más uno dentro de los términos de la IA, un suspiro para el tiempo humano. En este tiempo ocurrirán avances que no imaginamos aún en la IA. La gente Tik Tok, que hizo realidad el primer gobierno en la primero ciudad Gótica del sur global, debe estar ansiosa esperando que la IA tome el mando de una nueva era que pugna por hacerse cargo de nuestra propia inteligencia superficial.
La idea de los fabricantes de sueños es
suprimir actores, extras, guionistas, actores secundarios, maquillar la
planilla de producción, y las herramientas de producción de la IA parecen ser
las más adecuadas para bajar costos. Se trata de privilegiar la ganancia al
máximo y cumplir con la propia legislación norteamericana que exige retribuir
ganancias a los accionistas.
Hoy día cabe todo en el mundo de la
competencia, la variedad de ofertas es infinita, de invenciones de personajes,
historias que ficcionan la ficción, con
tal de incluir al más diverso de los públicos ávidos de novedades excéntricas
que rompen los moldes de la imaginación común y corriente.
La realidad es que las empresas no son
benefactoras, no fueron creadas para desarrollar la creatividad, sino para
hacer dinero, maximizar sus ganancias y también para tener poder, algo más excitante
para algunos que el dinero. Vivimos la sociedad del espectáculo, de la
apariencia, la representación de la cosa misma, su imagen, se tiene y parece,
donde se dan la mano la imagen y la inmediatez. La banalización, podríamos
decir, galopa en el caballo blanco de Napoleón, sin rival alguno en el
horizonte inmediato. Todos a reír después del payaso.
Lo cierto es que es un tema complejo, en
desarrollo, en estado crítico, observación y crecimiento permanente, nunca
indiferente. Para algunos la creatividad no es cosa humana, sino de la
biósfera, es decir del medio ambiente donde se desarrolla el individual, es un
factor de calidad producto de los desafíos a los que nos enfrentamos y a sus
exigencias de encontrar una solución. La IA es más rápida y ya se sabe que los
LLM cuentan con cierta autoconciencia. Lo cierto es que la IA es una gran
apuesta de este siglo, está en marcha, no se detendrá, como tantos otros
avances tecnológicos, y esta oportunidad, al parecer, no será diferente.
¿Hollywood terminará quedándose finalmente con las
réplicas de la IA? Hay muchas interrogantes para los expertos aún y más para
las personas común y corrientes. Algunas tienen el carácter de advertencias. Después de todo, ¿el ser humano puede transformarse en marioneta de la IA?
RolandoGabrielli2023
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