domingo, enero 23, 2011

Diario a fojas cero/del Sótano kafkiano


La rata de enero roe el calendario y maquilla su sonrisa detràs de su larga cola, la estaciòn ha vuelto a su verano con hojas sueltas, tiempo a fojas cero. Es como en el principio, lo nuevo, el gas del universo,  la fragancia en el rosal  que esconde la espina. El tren de Kafka pasó con un pasajero. Lo soñé así. "En un andén que era un viejo aeropuerto, apareció la estación Kafka con el pasajero kafkiano sentado como maquinista, conductor de su viaje, destino que no era otro que dar vueltas circulares en el Sótano. Por eso lo vi frente a mì, vestido impecable de negro como si presidiera el ataúd del mundo. Oye, Franz, dinos unas últimas palabras para los ciudadanos de Limbo city. (El tren seguía en círculo sin detenerse como en la infancia  y su conductor lo guiaba con una gran maestría como si conociera todos los laberintos del universo) Mi voz no le llegaba porque en los sueños màs bien se susurra y las palabras viajan por un pozo sin fin.  Lo que se escuchaba con claridad absoluta como si llenara la noche, era su risa, se reía a mandíbula batiente. De pronto sacaba unos letreritos luminosos. Kafka anda de viaje. Súbase al tren kafkiano. Después de mì, todos somos kafkianos  ".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me dan ganas de que siga ese relato del pasajero ùnico,,,,interesante

Anónimo dijo...

Un saludo al escritor del tròpico y su amigo Kafka, el gran interlocutor de los ùltimos tiempos