jueves, abril 28, 2011

Alfombra roja para la poesìa de Gonzalo Rojas


Abril es el mes màs cruel....T.S. Eliot
Alfombra roja y rosas blancas y rojas en el Adiòs al poeta Gonzalo Rojas, en Chillàn, tierra de cataclismos y nacimientos històricos. Asì pare y recibe  a sus hijos la tierra de Chillàn, 400 kilòmetros al sur de Santiago, la capital, aunque el autor  de Oscuro, Transtierro, Del relàmpago, El Alumbrado, Materia de testamento, Rìo Turbio, Esquizo, naciò en Lebu, màs al sur, en pleno corazòn de la araucanìa.
Sobran las palabras, como le suele ocurrir a todo buen poema, el silencio recoge la intensidad de la pèrdida y  hace camino  a la memoria. Los poetas mueren si dejamos de leer su poesìa. Fue poeta del gran silencio en las palabras y del vozarròn cuando leìa en los recitales, el màs sonoro que  he escuchado, cadencioso, gustador de la sìlaba, acròbata de la lengua  sostenida en el aire  y su esplendor. Disfrutaba el verbo y sus acompañantes, Gonzalo  Rojas, degustaba la palabra y la entonaba a su manera con la precisiòn de un varítono.
En Chillàn  residiò desde que llegò de su exilio, allì  se instalò a ver el mundo en  La Silla del sol, como  se traduce Chillàn del Mapuche al castellano. Un lugar con historia. Allì nacieron Bernardo O`Higgins,  Claudio Arrau, Marta Brunet,  Marta Colvin, Violeta Parra,  Nicanor Parra, Vìctor Jara, Ramòn Vinay. Acompañantes que han hecho historia, sòlo Nicanor Parra vive en Las Cruces, vecino a Huidobro y Neruda. Siempre cerca de ambos, aunque las direcciones sean opuestas.
Con mi miopìa veo una corona del MIR, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Chile, y recuerdo que  Gonzalo Rojas escribiò un poema homenaje a su fundador, Miguel Enriquez, quien pagò con su vida por enfrentar con las armas a la dictadura de Pinochet. Gonzalo Rojas fue despedido  con dos dìas de duelo, en medio de la conmociòn de sus seres queridos y el Chile poètico, el paìs de la gran poesìa.
El presidente de la Repùblica, Sebastiàn Piñera y el ex presidente y copartidario, Ricardo Lagos, autoridades de gobierno, amigos, poetas, pintores, mùsicos, el pueblo raso que lanza los pètalos blancos y rojos al final de la jornada, le despidieron en una emotiva ceremonia en el Palacio de Bellas Artes de Santiago y en la Catedral de Chillàn. Dìas històricos, para el recuerdo, horas en que Chile mira a sus poetas con respeto y amor, tal como ellos y su palabra  se han entregado a su  oficio, geografìa, gente, historia, vida polìtica, universitaria, cultural, representando lo mejor del paìs en el mundo. 
Gonzalo Rojas fue un Premio Nacional de literatura chileno tardìa, como otros, aunque algunos grandes nunca lo obtuvieron. Lihn y Teillier, por ejemplo. En 1992 recibiò recièn el màximo lauro  que otorgan las letras chilenas, junto con el Reina Sofìa de España. Una  real verguenza para Chile. Es sabido que la Mistral lo recibiò seis años despuès del Premio Nobel. A De Rokha se lo dieron pocos años antes de su suicidio. ¿Una loterìa literaria cada dos años turnàndose los gèneros? Oscar Hahn es mi candidato para el pròmo Premio Nacional, ya que le corresponde a un poeta. Efraìn Barquero lo recibiò por secretarìa desde Marsella, Francia, donde muriò Rimbaud. Què historial este de los premios. Roberto Bolaño se quedò sin el Nacional. Rosamel del Valle, Carlos Droguet y el mismìsimo  Vicente Huidobro, no recibieron el dìscolo lauro. Hay algunos pocos premios que producen espanto, sus autores nunca debieron recibirlo, por verguenza literaria.
Despuès del Premio Reina Sofìa de Iberoamèrica, Rojas obtuvo las màs importantes premiaciones de Amèrica latina y España, el Premio Octavio Paz,  Josè Hernàndez de Argentina y el Miguel de Cervantes.  Traducido a 11 de  los idiomas màs leìdos del mundo, este viejo profesor universitario exonerado de todas las universidades chilenas despuès del Golpe  militar del 73, exiliado en la Repùblica Democràtica Alemana por ser  Agregado Cultural del Gobierno de Salvador  Allende en China y Cuba, continuò su exilio en Venezuela, regresò a Chile cuando obtuvo la Beca Guggenheim en 1994.
Su errancia latinoamericana y europea post golpe, le llevò tambièn a Estados Unidos a ejercer su oficio de profesor, entre 1980 y 1994. Entre 1980 y 1985, fue profesor visitante en Columbia University y en la Universidad de Chicago. Entre 1985 y 1994 fue profesor titular en Brigham Young University.

CIFRADO EN OCTUBRE
Y no te atornentes pensando que la cosa pudo haber sido de / otro modo
que un hombre como Miguel,
y ya sabes a cuál Miguel me refiero,
a qué Miguel único,
la mañana del cinco de Octubre,
a qué Miguel tan terrestre
a los treinta de ser y combatir,
a qué valiente tan increíble con la juventud de los héroes.
Son los peores días,
tú ves, los más amargos,
aquellos sobre los cuales no queremos volver, avísales
a todos que Miguel estuvo más alto que nunca
que nos dijo adelante cuando la ráfaga escribió su nombre en
que cayó de pie como vivió, rápidamente, / las estrellas
que apostó su corazón al peligro clandestino;
que así como nunca tuvo miedo
supo morir en Octubre
de la única muerte luminosa.
Y no te atormentes pensando,
díles eso,
que anoche
lo echaron al corral de la Morgue,
que no sabemos adónde,
que ya no lo veremos
hasta después.
(Gonzalo Rojas)





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