Este Blog es kafkiano, Franz, nace contigo este 3 de julio de 1883 en Praga y un escarabajo te abre la puerta, entra, querido (a) internauta, el mundo se está transformando en una perfecta cucaracha. Pareciera que escribo en una isla de palabras a 90 millas náuticas de Google y eso significara algún peligro para este dios mediático, porque hace 3 años fueron censuradas estas páginas que no contienen más que palabras que dicen los humanos. Ignoro si el escarabajo, Dr. en leyes, funcionario de una compañía de seguros, sale de su cuarto en Praga a tomar mi caso. Reconozco, sería de gran ayuda y un honor realizar esta travesía en un mundo donde las leyes tienen la misma consistencia de un palo ensebado.
Ahora, no me parece que este pequeño caso, que suma tres años, sea para la risa, porque tú viviste kafkianamente 41 años. Es cierto, no es nada comparable, pero no sabemos si esta situación tendrá fin algún día. Quizás ese sea un aliciente, se cuenta con todo el tiempo del mundo para perfeccionar una defensa, cuya derrota se vislumbra maravillosa, simplemente encantadora. Esa sonrisa al abrir la puerta nos dice muchas cosas, refleja tu buen humor. La enfermera que te asistió en los últimos días, dijo, que sonreíste hasta el final.
Todavía siguen diciendo que eres la voz de la conciencia, quizás te hagan caso en alguna de las Cortes. Yo, mejor me abstengo. Es tan precaria una voz en el desierto, como esa orden inútil, en la práctica, de quemar tus escritos. Algunos de esos papeles fueron impresos, otros viajaron y viajaron, durmieron en una casa con decenas de gatos y fueron a parar finalmente a una caja de seguridad. Tribunales, ya vez, de esto ya hace casi 90 años, ni pensar en el tiempo. Max, si Brod, abandonó Praga con una maleta llena de tus papeles, en un tren que hizo una verónica a los nazi. 4O mil libros quemarían los nazis después en Praga. ¿Un hecho más que kafkiano? Con los libros se puede usar el fuego, pero con estos instrumentos de difusión digital, se emplean otros recursos. Son igualmente kafkianos, dices, yo creo que sí.
Ahora, no me parece que este pequeño caso, que suma tres años, sea para la risa, porque tú viviste kafkianamente 41 años. Es cierto, no es nada comparable, pero no sabemos si esta situación tendrá fin algún día. Quizás ese sea un aliciente, se cuenta con todo el tiempo del mundo para perfeccionar una defensa, cuya derrota se vislumbra maravillosa, simplemente encantadora. Esa sonrisa al abrir la puerta nos dice muchas cosas, refleja tu buen humor. La enfermera que te asistió en los últimos días, dijo, que sonreíste hasta el final.
Todavía siguen diciendo que eres la voz de la conciencia, quizás te hagan caso en alguna de las Cortes. Yo, mejor me abstengo. Es tan precaria una voz en el desierto, como esa orden inútil, en la práctica, de quemar tus escritos. Algunos de esos papeles fueron impresos, otros viajaron y viajaron, durmieron en una casa con decenas de gatos y fueron a parar finalmente a una caja de seguridad. Tribunales, ya vez, de esto ya hace casi 90 años, ni pensar en el tiempo. Max, si Brod, abandonó Praga con una maleta llena de tus papeles, en un tren que hizo una verónica a los nazi. 4O mil libros quemarían los nazis después en Praga. ¿Un hecho más que kafkiano? Con los libros se puede usar el fuego, pero con estos instrumentos de difusión digital, se emplean otros recursos. Son igualmente kafkianos, dices, yo creo que sí.
2 comentarios:
Muy bueno, sin duda un diàlogo ìntimo con kafka, su alter ego, su sombra, su inconsciente y su vigencia "el mundo se està transformando en una perfecta cucaracha, una invitaciòn al blog, una puerta para no olivdarlo-
Sin duda muy bueno lo de kafka
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