Nunca supimos
en verdad quiénes éramos,
cazadores
furtivos de la presa que fuimos,
devorados
en silencio
sin
el más mínimo pudor ni reverencia.
Fuimos
víctimas de no sabemos que
y no
pudimos salvar el amor a la deriva.
Náufragos es
mucho decir para dos
sin tabla de
salvación,
que a una
orilla les llevara,
donde las
aguas deslizan
tranquilos
causes.
Las palabras
terminan diciendo,
una
aproximación de los hechos.
Confiemos en
ellas esta vez,
es un mérito ser
iluminados por ellas.
Rolando Gabrielli©2018
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