martes, junio 23, 2009

El Maravilloso Ray Bradbury, cree en la realidad








No hay edad para leer, basta con tener un libro en las manos y disponerse a la aventura. Uno de mis autores favoritos es el maravilloso Ray Bradbury, porque me ha enseñado a soñar y valorizar el lenguaje poètico. Todas sus obras estàn escritas por un niño que ama la tierra y sueña con habitar otros mundos. Ningùn adolescente debeira dejar de dar un vistazo a uno de sus libros y abandonar un poco las consolas de los enfermantes juegos electrònicos. Bradbury creciò sin televisiòn y acaba de advertir a sus casi 89 años de edad, cuando ya es un clàsico de la literatura, que Internet ha acabado con las Bibliotecas Pùblicas, su verdadera Alma Mater. ¡Al diablo con Internet!, exclamò en unas declaraciones al New York Time, que fueron una respuesta que dio a Yahoo cuando le llamaron hace unas semanas para solicitarle permiso para subir uno de sus libros. Al Infierno con ustedes, replicò el autor de Crònicas Marcianas, Farenheit 451 y Remedio para melancòlicos y Las doradas manzanas del sol, entre otros. Internet es una distracción. No tiene significado; ¡no es real! Está en el aire, en algún lugar, enfatizò el ficcionador que cree en la realidad. Hay quienes piensan que Bradbury por sus años reniega de las tecnologìas y lo cierto es que desde hace dècadas viene haciendo una defensa cerrada al libro como objeto de culto y uso irremplazable. simplemente se ha mantenido en sus principios y gustos.
Bradbury ha expresado su indignaciòn por el anunciado cierre de la biblioteca pùblica H.P. Wrigt del pueblo de Ventura del Estado de California. Se necesita recaudar 280 mil dòlares para detener la medida, dijo Bradbury, al unirse a una campaña para recaudar fondos, en cuya emergencia se lograron captar 80 mil dòlares.
Ray Bradbury, uno de los màs exitosos escritores de Estados Unidos, autor de El hombre ilustrado y El vino del estìo, es autodidacta y se formò en las bibliotecas pùblicas, porque durante la Gran Depresiòn su familia no tenìa dinero y èl vendìa periòdicos en las esquinas de las calles. La mayorìa de los estudiantes no tienen dinero para ir a las universidades, dijo, la biblioteca pùblica es una necesidad. ¿Què muchacho va hoy a la biblioteca a consultar por un libro cuando tiene Internet?, se interrogò, en alusiòn a Wilkipedia, que entre otras cosas està plagado de errores y superficialidad en algunos casos. "Yo leí todo en la biblioteca. Todo. Sacaba como 10 libros por semana, unos centenares de libros por año. Literatura, poesía, teatro; todos los grandes cuentos cortos... ¡todos! Me recibí de la biblioteca cuando tenía 28 años. Allí me eduque. No en la uniersidad", documentò su historia como lector y escritor.
El dìa de la recaudaciòn de fondos dijo que èl habìa recorrido casi todas las bibliotecas pùblicas de California, aunque ahora lo hacìa en una silla de ruedas. Agregò para complementar su presencia y objetivo en Ventura : "me pueden tirar en el auto y después tirarme en la biblioteca y vender libros, recaudar fondos y quedarse con todo el dinero. Lo hago gratis. Recaudo fondos para que puedan seguir". Los asistente tuvieron la oportunidad de ver el filme de su magnìfico cuento: El maravilloso traje del helado de crema, que pertenece a Remedio para melancòlicos. Bradbury es un escritor exitoso tambièn en la pantalla grande. Farenheit 451 es un conmovedor relato futurista escrito a principios de los años 50 y que describe la sociedad alienada de los bomberos piròmanos que queman los libros en el marco de una tiranìa.
Los libros como corruptores del pensamiento oficial. Un tema que se ha extendido a lo largo de los siglos. En èpocas se han deavstado bibliotecas, com oen China, incendiado la de Alejandrìa, quemado libros en Alemania nazi y el Chile de Pinochet. Desde luego que la Inquisiciòn hizo sus propais fogatas y discriminaciones. Lo sorpre4dente es que la ficciòn de Bradbury es muy realista y esta novela con su màs de medio siglo de ediciòn, apunta al corazòn de nuestra época, que "tanto le ha temido al libro".

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