No màs palabras,
amor,
gracias por tu silencio
de arenas movedizas.
Paz a las vocales y consonantes.
Donde quiera,
que tu dulce voz,
hable en el desierto,
ahí estarè escuchándote.
Rolando Gabrielli©2018
Periodista, escritor y poeta chileno en Panamá
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