martes, octubre 30, 2018

31 años después


Este  es Chile,
parece mentira
que aún exista
y que yo pise
su tierra quebrada
en la memoria.
Estos años salieron corriendo
y si fueron perdidos o  estuvieron
en alguna parte,
ya no es mi problema.
Pero aquí ahora acumulados frente
a la cordillera o el mar,
balando en desierto un idioma
intraducible,
que mi voz no recuperará y ha quedado
en una triste romería,
en el cadáver precipitando la noche
del muerto, del desparecido,
del vivo en las aguas y arenales
de Chile,
los cuarteles de la loca geografía
en invierno o verano, pero esta es mi primavera,
La gloria inmortal de un tiempo
de grandes alamedas.
El porvenir después es la historia
que el pasado la convierte en presente,
y queda la huella imborrable de las palabras.
Siento una rosa helada 31 años después
y estoy en primavera,
mi huella a fuego es de Norte a Sur,
por la angosta geografía,
el mar  que por desconocido me conmueve,
como un ángel
que siempre me espera para contarme su día,
a su lado voy sorprendido,
me entero que voy a Chile,
desde antiguas décadas
como si fuera la última 
rama desprendida
del viejo árbol de mis raíces.
28 de octubre
Copa Air Lines
Vuelo 117
asiento 26
Panamá entre las nubes/Chile

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermosísimo poema, perfecto, desde el corazón, poema verdad, poema vida, y la belleza de las palabras. Ni quiero intervenir demasiado en este momento, es tan tuyo, tan necesario, tan único, estoy como esperando que "bajes a ese chile" y sientas que ahí está, que puedes ir y volver cuando puedas, que los círculos no se cierren , sino que se abran nuevas huellas.

Qué lindo lo que dices! gracias por compartirlo.

Anónimo dijo...

Bonjour mon cheri,



No sabe la alegria que me da leer esto, es una mezcla entre alegria, nostalgia, tristeza, asombro.. finalmente emprende ese vuelo tan esperado, tan necesario, tanta espera para volver al punto cero, puedo imaginar sus emociones como si fueran mias, puedo imaginarle con esas pocas fotos el resto de la travesia, que no han durado mas que la mitad de una vida y unas cuantas horas entre las nubes...

Disfrute mucho, recuerde que del otro lado del atlantico una jovencita lo recuerda con mucho cariño y se alegra con sinceridad de saber que usted esta bien, cuidese mucho y espero poder hablar pronto con detalles, disfrute respirar otro aire, ver a los suyos y recorrer esos espacios que tantas memorias deben regalarle...




à bientôt Rolando,