domingo, noviembre 19, 2017

¿La poesía es inmortal o pasajera digital?

¿La poesía es inmortal o pasajera  de la vida  que la trata  como una más del montón en el paraíso perdido de la palabra en el mundo digital  de la imagen?    Esta interrogante no inquieta  a los académicos o sacerdotes de la palabra, ni siquiera a los poetas.  Es más bien un ejercicio de la retórica vigente, una manera  de subirse al carro de   las inquietudes personales  y de las continuas agresiones  del silencio verbal de estos tiempos.
 Es flor de un día, quizás la sombra de un instante, inclusive tú Musa, no acompañas mis palabras que aún permanecen en mis propias palabras. No quiero hablar de abandono, ni buscar una legítima defensa de nada, sino permanecer en este oficio como un buzo de lágrimas rotas que busca en un mar ciego algunas palabras aún por decir.
Estamos en el reino de la post verdad y de la mentira rampante, fenómenos ya instalados en el carrusel líquido de la realidad. Reporteros y fotógrafos del celular compiten con los medios establecidos, los viejos instrumentos de la comunicación de papel, las ondas hertzianas y electromagnéticas.
Los nuevos gurúes, dioses del ciberespacio, Internet  y todo el ejército  de  campanas vociferantes de la inmediatez, vaticinan  la muerte de todo lo escrito, diarios, revistas, libros,  y si eso está planteado en esos términos, qué  espacio le queda a la poesía, habría que preguntarse, casi por instinto de conservación.
La poesía ni fu, ni fa, cuánto he escuchado, se ha dicho directamente o entre líneas  para no despertar a la muerta, mientras   los poetas continúan su ejercicio  solitario, su búsqueda y ajuste del lenguaje y cuentas con el mundo  del mega-dato. Cómo ser más interesante, atractivo, llamar la  atención de una lectura, ante la enfermedad  de los mensajes digitales  virales. La mayoría tienen impreso el sello del mírame  que aquí estoy cómo me veo… click, click, click.
Tan vieja, incauta, a la intemperie, ninguneada, convocada en la frivolidad de la propia retórica, sigue viajando en el incesante río de Heráclito, pero bañándose una y mil veces, en sus  distintas aguas, como lo recomiendan las sagradas  escrituras del verbo de cada poeta.
El duende andaluz, FGL, lo dijo en su momento: la poesía es el misterio donde tienen lugar las cosas.
Quedémonos entre la memoria de lo que no olvidaremos  y el sueño que anuncia un nuevo amanecer.
Rolando Gabrielli©2017

2 comentarios:

Unknown dijo...

Si bien la poesía es inmortal,sus autores si lo son,pero los poetas quedan en la memoria colectiva de sus lectores.

Anónimo dijo...

"La poesía es pronunciada por los hombres, luego hay una poesía muda en la materialidad de la vida misma, revelada en el silencio, y con la posibilidad de ser nombrada por la voz humana. La poesía pasa y tiene la gracia de ser pasajera e inmortal, esto último depende de que cada generación se detenga a escucharla". (Marce)

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