Miran el mundo en sus ombligos
y a ellos nadie los ve viajar
a otros mundos.
Pregunto:
¿Dónde oculta
el abismo
su profundidad?
¿ Hasta dónde llega el infinito?
¿Tiene un punto de partida
la esperanza de encontrarlo?
¿De dónde
venimos, quiénes somos,
hacia dónde vamos, son en verdad
preguntas
importantes si no sabemos
qué
queremos sinceramente?
¿Shakespeare, era Shakespeare
el de la
pintura?
El hombre
vive descifrando enigmas,
pirámides,
civilizaciones, ciudades perdidas,
jeroglíficos, especies raras, únicas,
fósiles que quiere revivir,
(el hombre es curioso, pretencioso,
vanidoso),
barcos que naufragaron para siempre
y dejaron invaluables tesoros,
crucigramas banales,
el universo para no ir más lejos,
pero cuándo
daremos con la sonrisa de la Mona Lisa
y una serie
de piedras sobre las cuales tropezamos
en el
camino? Por ejemplo, la buena voluntad
entre las
naciones, la paz, la cooperación (solidaridad),
el fin del
abuso de la fuerza, el amor al prójimo del cual
se especula
bíblicamente hace tres mil años, quizás,
la
protección a la naturaleza, a los animales,
el respeto
a la infancia, la mujer, a la diversidad,
y a todo lo que envuelve una vida en armonía,
el yin y el yang
para disfrutar
la belleza que se nos escapa
entre los dedos con una muerte prematura
a cada instante, siendo evitable.
Después de
encontrar la puerta del abismo,
prácticamente no hay salida, ni habrá más preguntas,
tal vez, una enigmática sonrisa.
Rolando Gabrielli2024
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